De vez en cuanto aparecen hallazgos en los sitios de subastas que nos recuerdan lo imbricados que llegaron a estar los ordenadores del éstandar MSX en la vida cotidiana de los niños de los 80. Por ejemplo, en 1986 Bollycao regalaba en cada uno de sus pastelítos un cromo adhesivo con la portada de un juego de MSX. Se trataba de una promoción cruzada con SONY en la que, una vez utilizada la pegatina, el protector del dorso se convertía en un un cupón para participar en el sorteo de videojuegos y ordenadores de la gama Hit-Bit de SONY.
P.S. Con un reconocimiento especial a mi costilla, que es la responsable de haber encontrado este yacimiento arqueológico.